Fundada como biblioteca pública en 1556 por Felipe II dentro del monasterio mencionado, su intención al crearla era que el lugar “no se viera reducido a ser un mero depósito de las colecciones de libros, sino que acogiera también cuanto pudiera servir para hacer de la biblioteca un lugar de estudio y de trabajo científico: dibujos y grabados, retratos de personajes, instrumentos matemáticos y científicos, mapas, esferas, astrolabios, reproducciones de fauna y flora, monetario y medallero, etc.”, según indican en su sitio (http://rbme.patrimonionacional.es).
El número de libros impresos antiguos, especialmente de los siglos XV y XVI, de los más prestigiosos talleres tipográficos de toda Europa, asciende a unos cuarenta mil. El número de incunables (libros impresos antes del 1° de enero de 1501) supera los seiscientos. Además cuenta con varios miles de manuscritos latinos, griegos, hebreos, árabes, castellanos y en otras lenguas.
En este video, no te pierdas las pinturas que adornan los techos, el piso de mármol blanco y oscuro, las vitrinas, las mesas también de mármol. Impactante.
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