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En un principio, fue el hogar de decenas de familias de obreros portuarios desempleados por la crisis de 1929. En la década del ’40 se alojaron inmigrantes oriundos de Europa y trabajadores que estaban extendiendo el tendido ferroviario.

Una década más tarde se habían organizado seis nuevos barrios que se insertaban dentro del lugar. En los 70’, albergaba a alrededor de 16.000 familias (entre 45.000 y 60.000 habitantes quienes buscaban que su espacio estuviera urbanizado. En esa oportunidad, la Villa 31 proveía de mano de obra calificada para la construcción.
Durante la dictadura militar (1976-83) hubo una erradicación compulsiva y de violencia feroz contra los habitantes, siendo la gente trasladada por la fuerza en camiones militares fuera de los límites de la ciudad-capital y abandonados a su suerte en el Gran Buenos Aire o trasladados a los piases limítrofes los ciudadanos extranjeros. Dicha expulsión compulsiva fue frenada por un recurso de amparo promovido por los “curas villeros”, con sentencia favorable de un juez en 1979, que permitió dejar 46 familias (entre 180 y 200 habitantes) ya habiendo quedado la villa “limpia” de habitantes y sus viviendas destruidas por las topadoras municipales.
Con la vuelta de la democracia en 1984, la Villa 31/Retiro se repobló rápidamente. En los primeros años de vida democrática se instalaban más 200 familias por noche, de antiguos habitantes expulsados y nuevos villeros, hasta alcanzar a mediados de los’80 una población cercana a los 12.000 habitantes (alrededor de 1900 familias)
La superficie que ocupa la Villa 31 es de 15.25 hectáreas, que en su mayoría pertenece a la Nación (gobierno nacional), una parte pequeña a la ex/ YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) hoy privatizada por Rep-sol/España y otra fracción de tierras son del ferrocarril.
A principios de la década del ’90, el gobierno nacional firmó un plan para entregar las tierras a sus ocupantes, pero el decreto nunca se implementó. También a mediados de esa década, el municipio ofreció alternativas de dinero para desalojar la villa, rompiendo su organización interna a fin de utilizar esas tierras en la construcción de una Autopista. Esta iniciativa fracasó por la resistencia de un amplio sector de habitantes, cuando se intentó un desalojo forzoso y desde la municipalidad se enviaron topadoras para demoler, nuevamente, las viviendas de la Villa 31. (El proceso de desalojos forzosos se inició en 1994 y se detuvo en 1996).
Padre Carlos Mugica, semblanza de un cura como pocos... "Nada ni nadie me impedirá servir a Jesucristo y a su Iglesia, luchando junto a los pobres por su Liberación. Si el Señor me concede el privilegio, que no merezco, de perder la vida en esta empresa, estoy a su disposición" C.M.
Padre Carlos Mugica, semblanza de un cura como pocos... "Nada ni nadie me impedirá servir a Jesucristo y a su Iglesia, luchando junto a los pobres por su Liberación. Si el Señor me concede el privilegio, que no merezco, de perder la vida en esta empresa, estoy a su disposición" C.M.
El padre Mugica es uno de los actores impresindibles en la historia argentina de la década del ´70. Dedicó su vida al trabajo con los sectores mas carenciados de la sociedad, siendo su destino final la Villa 31 de Retiro, en la Ciudad de Buenos Aires.
La Villa 31 queda, paradójicamente, a escasos metros de la Recoleta, uno de los lugares mas "ricos" de la Ciudad de Buenos Aires
El padre fue cruelmente asesinado por la dictadura y se transformó en uno de los símbolos mas importantes de la resistencia peronista de la década del 70. La Villa 31 queda, paradójicamente, a escasos metros de la Recoleta, uno de los lugares mas "ricos" de la Ciudad de Buenos Aires
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