UN LIBRO TE ESPERA, ¡BÚSCALO!
Un día, mi mano, buscando algo, tocó el lomo del libro. Si yo fuese libro lo contaría así: “Un día la mano de un niño rozó mi cubierta y yo sentí que desplegaba mis velas y comenzaba a navegar.”
¡Qué sorpresa cuando por fin mis ojos tuvieron en frente aquel objeto! Era un pequeño libro de hojas rojas y filigranas doradas. Lo abrí expectante como quien encuentra un cofre y ansía saber su contenido. Y no fue para menos. Nada más empezar a leer comprendí que la aventura estaba servida: la valentía del protagonista, los personajes bondadosos, los malvados, las ilustraciones con frases a pie de página que miraba una y otra vez, el peligro, las sorpresas…, todo, me transportó a un mundo apasionante y desconocido...
No hay comentarios:
Publicar un comentario